23 Oct La añada 2020 en Alonso del Yerro
El invierno fue más bien corto, con temperaturas normales y suaves, sin grandes fríos y con una pluviometría media. Tuvimos una primavera lluviosa, especialmente el mes de abril, con 125mm hasta mitad de mayo. Una presión poco habitual de mildiu nos hizo temblar hasta el 22 de junio. A partir de ese momento, el termostato castellano funcionó a más de 30ºC todo el verano, salvo una semanita algo más fresca a principios de agosto.
El desarrollo del ciclo de la viña ha sido muy bueno, con rendimientos bastante heterogéneos, aunque aún hemos de dejar que se termine la cocción a fuego lento de septiembre; catando las uvas lo tenemos cada vez más claro: son amables y nada tánicas, así que no merece la pena esperar para pulir los taninos. Al contrario, preservemos la acidez, evitemos que el grado se dispare y trabajaremos unas uvas con un perfil más vivo y aromático.
Nos lanzamos a vendimiar el martes 22 de septiembre; ni las lluvias del fin de semana anterior nos amedrentaron.
En la bodega la uva ha entrado muy sana, los mostos se observan claros y limpios, las fermentaciones pausadas y poco a poco se dibujan los vinos reflejando las características de sus parcelas de origen. Da la sensación de que el clima moderado de 2020 dejará una huella discreta en los vinos mientras que la viña y el terruño tendrán mucho protagonismo. Así lo preferimos.
-Familia Alonso del Yerro